Octubre en Igartubeiti

LA HUERTA 

El entorno es el protagonista en esta época del año, pero sin dejar de lado  la huerta.

El tiempo que ha hecho en septiembre, nos ha permitido alargar las últimas cosechas de verano, que ya iremos recogiendo para dejar sitio a las futuras plantaciones. Por ejemplo recogeremos los últimos pimientos, antes de que el frío los estropee.Si les ha afectado mucho el frío, podemos poner directamente a secar toda la planta con sus raíces y la colgaremos boca abajo. Recogeremos los frutos y los ataremos mediante una cuerda, los colgaremos y los dejaremos secar, así podemos utilizarlos para hacer el pimentón. 

Pimientos de Igartubeiti

Si en la huerta nos queda alguna planta de tomate con algunos frutos es el momento de recogerlos antes de que se estropeen. No importa que no estén del todo rojos, es mejor recogerlos y colocarlos en alguna ventana de la casa o en algún rincón orientado al sur y donde les dé el sol. 

Una vez recogidas las últimas cosechas, haremos espacio para comenzar a plantar las plantas de invierno.  

EL ENTORNO

No nos será complicado apreciar la llegada del otoño, debido a su visibilidad. El entorno irá adquiriendo impresionantes colores y tonalidades. También nos daremos cuenta por el viento sur. Es por ello que el otoño es la época más bella del año.

A su vez, a lo largo de este mes, en los manzanales del entorno están sucediendo cosas,  es época de la cosecha de la manzana. A partir de septiembre y hasta mediados de noviembre  recogeremos  y degustaremos diferentes variedades autóctonas, algunas dulces y otras más amargas. Los/las baserritarras estarán recogiendo las manzanas o a mano, con el kixki y los/las mas modernos/as con la nueva maquinaria. Las manzanas se pueden cocinar de varias formas, y también las utilizamos para producir la sidra, una bebida que ha tenido mucha importancia a lo largo de la historia. Octubre es especial para Igartubeiti, ya que le damos vida al viejo lagar del siglo XVI, para explicar cómo se producía la sidra en el País Vasco en los siglos XV, XVI y XVII. 

Con la producción de la sidra, concluye el ciclo del manzano, pero previamente se realizó la poda en primavera, surgiendo nuevas pujas, a continuación disfrutamos de los manzanos en flor en abril y mayo. En verano la fruta ha ido cogiendo cuerpo, y en octubre toca recoger la cosecha para trasladarla al lagar. En invierno al manzano le toca descansar.

Manzanas en Igartubeiti

No se sabe exactamente cuál es el origen de la sidra ni del manzano  o de cuando data la sidra en el País Vasco, se puede decir que es una actividad tanto económica como cultural que está enraizada en nuestra historia. Por un lado, tenemos nombres de lugares y apellidos derivados de la palabra sagarra (manzana. El primer documento sobre la manzana en el País Vasco data del año 1014 escrita por el Rey navarro Sancho III El Mayor. Según ese documento, el rey pamplonés le da en donación la ermita San Sebastián y su manzanal  que se situaban en Hernani al monasterio de Leire. Desde finales de la Edad Media hasta hoy en día la manzana y la sidra tienen su lugar en nuestra historia. 

A finales de la Edad Media,  a partir del siglo XV en el País Vasco, comenzaron a construir edificaciones concretas para la producción de la sidra, siendo Igartubeiti un claro ejemplo. Desde el siglo XV hasta la segunda mitad del siglo XVIII la comercialización de la sidra fue muy activa y la cantidad, variedad de documentos y ordenanzas sobre su producción y venta son indicios de la importancia que tenía la sidra en aquella sociedad, a pesar de que hoy en día lo veamos lejano. En los siglos que hemos mencionado, en Guipúzcoa, Vizcaya, Lapurdi, Zuberoa, Behe Nafarroa y Navarra (Baztan) existía una intensa producción de sidra.  Esta bebida era necesaria para abastecer a gran parte de la población y a partir del siglo XV la importancia de la industria naval y el comercio marítimo era muy importante, se hacían viajes más largos por mar (el bacalao, la ballena, colonización…). La sidra se convirtió parte indispensable para la tripulación como alimento y recurso sanitario imprescindible. Las ordenanzas y leyes regulaban el cuidado de los manzanos, su producción y la venta de la sidra. 

La manzana ha sido representativa de una simbología más profunda, se trata de una fruta protagonista en momentos históricos concretos, también en relatos míticos y religiosos, cargado de conceptos, e ideas filosóficas. Nosotros/as, hoy en día la vemos como una fruta simple, sin embargo, a lo largo de la historia, las diferentes civilizaciones, pensadores y artistas la han considerado como una fruta cargada de misterio. Uno de los mitos griegos es un ejemplo de ello. 

La diosa griega Eris (diosa de la discordia), no fue invitada a la boda de un tal Peleo, pero ella apareció sin avisar, con una manzana de oro en la cual se podía leer “para la más bella”. Afrodita, Atenea y Hera comenzaron a discutir para quién debería de ser la manzana.No llegaban a un acuerdo y Zeus tomó las riendas, eligiendo a Paris de Troya para hacer de árbitro y decidiese para quién sería la manzana. Cada una de las tres diosas le hicieron ofrendas irresistibles, finalmente Paris escogió a Afrodita quien le ofreció la mujer más bella que había en la tierra. De esta manera, Paris conocerá a Helena de Esparta, que después será Helena de Troya, y  de ahí surgió una de las guerras más conocidas de la historia, “La guerra de Troya”. Según la tradición judeocristiana, el origen del pecado original, se encuentra en la manzana, exactamente en la manzana que Eva cogió del árbol sagrado para ofrecer a Adán. Regresando al País Vasco, durante el siglo XVII hubo un episodio cruel de la caza de las brujas, al inicio del siglo XVII, el inquisidor Pierre de Lancre, definió y acusó a la mujer vasca de brujería por que bebía sidra, bebida que provenía de la manzana, la fruta del diablo por excelencia. 

De esta manera, poniendo en contexto y explicando el tejido social, histórico y económico podremos observar que el manzano, la manzana y la sidra son más que una simple planta, fruta o bebida, pues hay toda una historia detrás de estos elementos. Para saber más sobre este tema, en octubre tienes una oportunidad inmejorable en Igartubeiti. 

Octubre es momento para guardar las semillas de la cosecha recogida en verano y principios de otoño. Guardarlos en un recipiente con arena de las riberas del río. Se coloca la arena en la base del recipiente y encima las semillas, hasta lograr varias capas y taparlo con arena. El recipiente lo dejaremos en el exterior todo el invierno.