En la luna creciente de mayo...

El nombre científico del aliso es Alnus glutinosa. Este es un árbol muy común aquí, suele nacer en taludes, tierras pobres o húmedas. En efecto, es de gran importancia en el ciclo hidrológico, ya que, regula el proceso que hace el agua en la naturaleza. Además, algunas bacterias que viven en la simbiosis en las raíces de los alisos ayudan a fijar en el suelo el nitrógeno que está en la atmósfera.

Lamentablemente, hoy en día las alisedas se encuentran en un estado muy lamentable en el País Vasco.

La madera del aliso fue muy apreciada para hacer piezas que estuvieran en contacto con el agua. Parece ser que, comparándolo con otras maderas, no se pudre tan fácilmente en contacto con el agua. Es una madera que también se ha utilizado mucho como combustible.

Además de buena madera, el aliso tiene gran importancia en nuestra cultura. Hay una balada suletina del siglo XV que hace una mención al aliso: Bereterretxen khantoria 

Esta balada cuenta una tragedia: una muerte violenta. En efecto, relata que a las órdenes de Luis de Beaumont, jefe del linaje de los Beaumont y conde de Lerín, fue asesinado el caballero agramontes, Bereterretxe. Por tanto, esta balada se sitúa en el sangriento conflicto de los parientes mayores. Y el aliso es testigo de lo sucedido.

Como he mencionado, esta balada es muy conocida en el País Vasco. En 1964 Mikel Laboa hizo una versión de la balada y el escritor Iñaki Mendiguren, nacido en el Caserío Igartubeiti, adaptó las primeras palabras de la balada, dando así nombre a su primera novela: Haltzak badu bihotzik. Con lo cual, podemos decir que Igartubeiti tiene un vínculo especial con el aliso.