El lino y las mujeres
El hecho de disponer de un terreno para sembrar lino, y posteriormente poder trabajarlo, adquiría ciertos rasgos de identidad e incluso les otorgaba cierto grado de dignidad. La mujer se sentía libre y dueña. Esta parcela de poder real le otorgaba un claro motivo de orgullo, que se manifestaba en el peculiar modo de utilizar algunos efectos creados por ella, en particular los llamativos tocados que se convertirán en uno de los principales distintivos por los que la iconografía reconoce a la mujer vasca. El lino constituía para el género femenino un autentico tesoro.
La enorme presencia histórica del lino y la indudable carga sentimental acumulada por siglos de cultura textil han tenido un previsible reflejo en la mentalidad popular, interpretada por poetas y recopiladores de tradiciones populares.
El poema Iruleak de Orixe, transmitido por las mujeres de generación en generación, en las reuniones nocturnas hilando los copos de lino:
Neskak beretza digu landu linerria,
Hamaika urtetatikan aitak berezia.
Liño-lanetan baita ain ongi ikasia,
Bilduxea bide du ezkontzako ornia.
(A los once años, a la niña el padre le adjudica un terrenillo para que ella misma lo trabaje. Es un trabajo que las muchachas conocen bien, pues va asociado a preparar el arreo textil para la boda).
La canción de Mikel Laboa Oi Pello Pello es otro ejemplo:
Oh! Pello Pello tengo sueño
Iré a dormir?
Hila y enseguida, enseguida
hila y enseguida, enseguida sí.
Oh! Pello Pello ya he hilado
Iré a dormir?
Haz madera y enseguida, enseguida
haz madera y enseguida sí.
Oh! Pella Pello he hecho madeja
Iré a dormir?
Ovilla y enseguida enseguida
ovilla y enseguida sí.
Oh! Pello Pello he ovillado
Iré a dormir?
Cose y enseguida enseguida
Cose y enseguida, sí.
Oh!Pello Pello, he cosido
Iré a dormir?
Es de día y mañana, mañana
es de día y vendrás mañana..