El huerto ecológico de Igartubeiti en junio
Siguiendo el formato de cada año, hemos divido el huerto en dos lados, en dos partes: el huerto del siglo XVII y el huerto del siglo XXI.
En el primero hemos plantado dos cereales que en el Igartubeiti de hace 500 años eran sumamente importantes: el trigo y el maíz. Ambos dos eran del todo necesarios en el día a día de los baserritarras, ya que resultaban básicos en su dieta. El trigo lo plantamos en invierno, y el maíz hace poco más de un mes. Con esto, también hemos metido coles en junio.
La segunda parte del huerto se parece a los huertos que vemos hoy en día. Para este verano hemos plantado durante el mes de junio pimiento, calabacín, guindilla de Ibarra, lechuga, berenjena, acelga, vainas y puerros. Estas son algunas de las verduras que normalmente preparamos en nuestras cocinas.
En junio también hemos tenido la oportunidad de recoger las primeras frutas de los árboles. Las cerezas han crecido en los cerezos casi de repente hasta llenarlos tras las flores de primavera. Al formar parte del seto vivo que rodea las huertas, el cerezo es un árbol que se encuentra fácilmente en el entorno de los caseríos vascos. Al mismo tiempo van apareciendo poco a poco las manzanas y las peras, empiezan ya a crecer, para poder recogerlas durante los meses de septiembre y octubre.
A finales de junio el fresno toma también protagonismo. En la víspera de San Juan, el 23 de junio, se ha de coger una rama de fresno y colocarla en la puerta del caserío para proteger la casa de las tormentas y los incendios. De la misma forma, se ha de quemar la rama de fresno del año pasado en la hoguera de San Juan. También se puede quemar junto con el laurel bendecido el Día de Ramos y otras flores para que el humo se esparza por toda la casa y esta quede protegida.