El huerto ecológico contribuye a cuidar el ecosistema y mejora la biodiversidad de su entorno. Es un modo de producción que introduce la actividad humana sostenible en la naturaleza, renuncia a productos, pesticidas y fertilizantes químicos. También se tiene en cuenta el origen y la naturaleza de las distintas plantas, que no sean ni transgénicos ni semillas híbridas.
El huerto ecológico está inmerso en el entramado cultural del entorno local y forma parte del paisaje autóctono. Se configura según la meteorología, la orografía de un lugar, así como en torno a las creencias y costumbres de sus gentes.
En el caso del País Vasco, es el Caserío (Baserria) el que representa el punto de unión entre la naturaleza y la cultura, creando nuestro “paisaje cultural”.
El huerto de Igartubeiti y su entorno
Se composta el estiercol y el material orgánico para reutilizarlo, se tiene en cuenta la fase lunar para comprobar si es la época adecuada... por lo tanto, es un huerto ecológico que nos ayuda a cuidar la naturaleza y nuestro cuerpo.
En este huerto, además de hortalizas y verduras, también plantamos arbustos, árboles frutales y cultivamos setas, para que de forma pedagógica niños y adultos aprendan de dónde proceden las frutas y otros alimentos que comemos.
También hay plantados algunos manzanos, si hay suerte este año y dan fruto, produciremos una buena sidra prensando la manzana en el lagar.
En el camarote de Igartubeiti no faltan alimentos en el invierno: peras, membrillos, ciruelas, nueces, avellanas...
No podemos dejar de mencionar las plantas medicinales que crecen alrededor del huerto. Estas también tienen su espacio, la malba, llanten, pasmo belarra, planta para las heridas. En caso de necesidad podemos recurrir al botiquín natural.