El Caserío Igartubeiti representa, como ningún otro, lo que podríamos llamar la Edad de Oro del caserío vasco. A principios del siglo XVII (1630), en su época de mayor esplendor, el caserío fue ampliado y transformado con el fin de adaptarse a las nuevas formas de vida y trabajo. Esta intervención, afortunadamente, apenas afectó a la estructura original y sí nos permite apreciar en la actualidad los diferentes modos constructivos de cada época y los cambios en el uso de sus espacios.
La estructura original de madera, excelentemente conservada, y el lagar de sidra, hacen de él uno de los caseríos más interesantes del País Vasco y elemento clave del patrimonio.
Es un claro reflejo de los valores culturales, históricos, antropológicos, arquitectónicos y simbólicos de aquella época.
Detalles estructurales
En cuanto a los detalles estructurales originales, hay que destacar los siguientes:
- los postes de una sola pieza desde el suelo hasta la cubierta
- los dobles postes centrales y bernias para la colocación de la viga del lagar
- la impresionante estructura del lagar: viga, tornillo, tuerca, piedra, masera y sovigaños.
- los cierres de madera de las paredes
- los cabrios de la cubierta: de una pieza los del XVI y más cortos los del XVII
- los suelos.