Cocina
El primer paso fue procurar reproducir el ambiente negro que tenía que dominar en el local ya que el hogar no tenía tiro (sólo existen tres orificios en la pared de enfrente), por lo que prácticamente todo el humo y el hollín quedaban en la habitación, saliendo sólo por los vanos (puertas y ventanas) y filtrándose por las ranuras existentes en las paredes, contaminando en parte todas las áreas cercanas de los locales colindantes y de la primera planta. Para ello se realizó una pasta compuesta básicamente de aguaplast mezclado con pigmento negro humo, tierra de sombra quemada y cola blanca, que se aplicó a brocha. Debido al reflejo de la luz exterior sobre las losas de piedra gris que se habían colocado en el porche hacia el interior, el color negro humo aplicado falseaba especialmente a la altura de la puerta y las ventanas. Para intentar evitar tal efecto, se impregnó nebulizando a pistola, toda la cocina de cera virgen muy diluida en aguarrás. teñida a su vez de color negro, de forma que también se lograra dar el aspecto de grasiento.
Cocina durante el proceso de envejecimiento
Cuadra
Para envejecer toda esta zona y tomando como ejemplo la tonalidad de las maderas del gailur, se creó un color a base de agua marrón-negruzco mate para unificar el conjunto, aplicado con un nebulizador para luego matizarlo y ensuciarlo por zonas.
Sobre las vigas se crearon, con polvo, las huellas del paso del tiempo, mientras que para reproducir el paso de los animales se preparó una mezcla de barro, hierba fresca, heno y color, lanzándolo hacia la parte baja de las paredes y las vigas portanes, imitando a las salpicaduras.
Más dificil fue disimular la madera nueva muy clara con la que se habían realizado los comederos de las vacas. Se solucionó, además de con colores y salpicaduras de barro, provocándoles golpes, arañazos y todo tipo de manchas.
Detalle de un pesebre antes del tratamiento
Habitaciones
Lo primero que se hizo fue decapar y así hacer desaparecer todos los restos de pinturas y dejar la madera preparada para la siguiente fase. Se realizaron diversos colores dentro de la misma gama y se aplicaron con el nebulizador, de forma no uniforme, hasta conseguir el aspecto de la patina antigua.
Fachada exterior y puertas de acceso
En cuanto a las puertas de acceso, se mojaron diariamente con chorros de agua dejándolas secar al sol para así provocar un envejecimiento natural.
Detalle de la fachada exterior
Fachadas del siglo XVI
Una vez alcanzado un punto de decoloración adecuado y tras esperar a que se secara muy bien, se realizó la labor de maquillaje, ya que la madera decolorada adquiere una tonalidad amarillenta que había que eliminar. Se recurrió a diferentes materiales desde colores acrílicos y temperas a tierras y ceras, en fin todo aquello que siendo reversible sirviera para alcanzar el efecto deseado. Al final, en el fondo, se trató de ejecutar una pintura mural, sin que lo pareciera, jugando con efectos cromáticos cuya visión resultara de envejecimiento natural.
Integración de la fachada del siglo XVI